El famoso baterista japonés Akira Jimbo, en su gira de clínicas de batería por Latinoamérica de la mano de Yamaha & Music Hall, visitó Chile y realizó una presentación en el Teatro Contrapunto de nuestra casa de estudios.

|Por Comunicaciones Escuela Moderna/José Luis Mijares|

Con un aforo de unas 180 personas, el Teatro Contrapunto fue testigo de la demostración de habilidades y talentos que ha desarrollado el baterista nipón durante su carrera profesional. Además de tocar varios temas de películas famosas como Misión Imposible, Harry Potter y la Guerra de las Galaxias, entre otras piezas musicales, el baterista compartió con el público en un espacio de preguntas y respuestas. Habló sobre los instrumentos, los sistemas que utiliza y de las técnicas que ha desarrollado a través de los años para convertirse en un baterista versátil.

Los asistentes al evento rieron y aplaudieron al ritmo de la batería de Akira Jimbo. Una velada que cerró con firma de autógrafos, momento en que los asistentes pudieron compartir de una manera más cercana con el músico y tomarse fotos.

Después de finalizado el evento, aprovechamos la oportunidad para hablar con el señor Jimbo y obtener algunas impresiones de la jornada.

 

¿Cómo fue la experiencia vivida esta noche en el Teatro Contrapunto de nuestra escuela?

Tiene un hermoso ambiente con una bonita sala y con un excelente sistema de sonido. El público fue muy entusiasta y verdaderamente lo pasé muy bien. Nos pudimos comunicar a través de la música. Estoy muy contento.

¿Qué consejo le daría a esos jóvenes bateristas que quisieran ser músicos profesionales como usted? 

Podría decir muchas cosas pero creo que lo más importante para la música es divertirse. Cuando practicamos con un instrumento nosotros debemos pensar cómo podría mejorar.  Pero en el escenario, durante la presentación, no debemos pensarlo mucho sino enfocarnos en pasarla bien para poder conectarte con tu público. Cuando lo piensas mucho en ese momento, no puedes comunicarte con la gente.

Al preguntarle si volvería a tocar en nuestro teatro, nos respondió entre risas: “¡El próximo año!”