Con 23 años, el estudiante de violonchelo ha logrado el reconocimiento de grandes instituciones como Longy School of Music y William Carey University quienes apuestan por su futuro musical a través del financiamiento.

 Por Comunicaciones EMMD / Anexi Duarte San Martín

Desde la comuna de Santo Domingo, V región, y haciendo calzar sus horarios, Andrés viajaba tres veces por semana hasta la sede de Vitacura para seguir sus estudios en el curso de chelo. Su rutina comenzaba a las 5am para calentar y estudiar y así no llegar con las manos heladas a clase. Hoy, se prepara para un viaje más lejano y duradero, pero esta vez, en el extranjero.

Andrés Donoso Cepeda estudió 4 años de música en la Universidad Católica, pero la muerte de su profesor guía, Mircea Ticu, hizo que buscara otros horizontes académicos con una mirada integral en su práctica y puesta en escena.

Entonces el desarrollo docente de la Moderna fue lo que te convenció de cambiarte…

Exacto. Yo estaba buscando un profe que me acomodara todas las cosas que estaba buscando, desde postura corporal, de musicalidad y todo eso. Ahí encontré a Rita Plaza y me fascinó. De repente iba a MasterClass y me decían “debes corregir esto de la mano derecha”, luego iba a otro, y me decían “debes corregir esta musicalidad”, otro “tú debes corregir la afinación”. Pero llegué a ella y me dijo todo. Es una profesora muy integral.

 

Profundizando y queriendo y empaparse de más experiencias musicales con base en el violonchelo, Andrés participó en el Festival Quito Cellos en Ecuador, y es ahí donde sus metas crecen y los planes para estudiar en el extranjero se hicieron presente.

¿Cómo te enteraste de las becas?

Yo conocí a un profe que se llama Francisco Vila en el Festival, y ahí me dije “capaz que quiera hacerme clases”.  Le hablé y me dijo: “Claro, no hay problema”. Ahora llevo 10 meses tomando clases con él.

Me dijo también que hacía clases en Longy School of Music y William Carey University. “Me voy a integrar el próximo año, postula”.                      

¿Cómo fue tu proceso de postulación? Porque postulaste a ambas…  ¿Tuviste algún tipo de ayuda para postular? Pensando que son instituciones en otro idioma…

Sí, o sea estoy con profe de inglés ahora para aprobar el TOEFL (certificado de idioma) que es necesario para entrar a cualquiera de las universidades.

Lo más difícil de postular es que te piden papeles de todo, y todo traducido, entonces igual es medio complicado el papeleo, pero lo más difícil es básicamente el repertorio, porque uno puede llegar con cualquier cosa a postular y ellos te van a ofrecer alguna beca, algún trato, pero de quedar con un repertorio bueno y bastante decente para lo que se necesita es muy difícil.

Lo que yo presenté fue la Suite 2 de Bach. Lo preparé 6 meses más o menos, completa, que son 6 o 7 danzas…. Fueron como 30 min.

Ufff… te preparaste 6 meses para una presentación de 30 minutos y valió la pena, pues te llegaron dos grandes ofertas. Cuéntame ¿En qué consisten estas becas?

Las becas consisten en el pago del arancel, entonces por año me van renovando la beca. En Longy School of Music saqué una beca de 20mil dólares, y en William Carey University saqué una del 80% del arancel.

Estas becas son para el grado. Son cuatro años lo que duraría, cada año tendría ese beneficio de 20mil dólares o el 80% del arancel, según la Institución.

¿A cuál beca postulaste primero? Y ¿Cuál supiste primero que te ganaste?

Fue la Longy primero. Esa igual tiene un grado de dificultad porque me decían: “como el 15% de los postulantes entran”. Entonces era muy complejo.

Yo tuve un día. Una vez que me puse a revisar esto, al otro día, lo dejo todo aparte y empiezo a postular, empiezo a grabar, comienzo a hacer todos los papeles que me están pidiendo. Y llamando a las personas de allá también para que me ayuden en los papeles porque necesitaba visa… y en un día no puedo sacar la visa…

¿Tienes alguna preferencia?

Sí, en William Carrer me conviene más económicamente.

 

Andrés partió en la música a los 9 años, cuando su padre lo invitó a un curso en una orquesta en San Antonio.  Yo dije: ya, vamos a probar suerte.

Lo único que Donoso sabía a su corta edad era violín. En una confusión de nombres, el profesor de la orquesta le entrega el violonchelo.

Ahí yo quedo perplejo porque no sabía cómo ponerme eso en el cuello…. Era muy grande jajaja… Ese mismo día me voy a clase y veo a la profe que está tocando y yo ahí me enamoro de sus sonidos. Quedo embobado.

¿Tienes artistas a quién admiras?

Sí, tengo un montón. De partida, para estudiar una obra siempre trato de escuchar las versiones de mis profes que me están enseñando, y los artistas del siglo XX que revolucionaron el chelo básicamente…

También admiro mucho a mis compañeros, cómo van creciendo. Es increíble como pegan súper saltos también, y a los profes obviamente…

¿Cómo ha sido tu relación y experiencia académica en la Escuela? Tus compañeros, tus profesores…

Los compañeros nada que decir, son excelentes. Siempre me están hablando y comunicándose conmigo para saber cómo voy y esas cosas… entonces es súper bacán la relación de estudiantes.

La con los profes igual, siempre me está hablando Rita. Alberto Dourthé que me tomó mucho cariño también, es súper entretenido, el profe Jorge Pérez –que hace rato no veo- siempre echábamos la talla y me recomendaba libros porque a mí me encanta leer después de practicar…

¿Cuál es tu sueño? ¿Qué tan lejos te gustaría llegar con el chelo y la música?

Curioso… yo no me planteo tantos sueños, sino más bien metas. El año antepasado planeaba superar etapa básica, ahora planea entrar en la universidad, y a futuro voy a planear salir de la universidad… jajaja

Pero, así, como sueño a gran escala, me gustaría viaja a otros países con la música, o sea, ya lo voy a hacer un poco dentro de pronto, pero, me gustaría ir como artista invitado, probar otras orquestas, probar otros músicos, grabar con otra gente de otros países… 

Un sueño muy posible porque vas súper bien encaminado…  ¿Qué consejo le darías a tus compañeros y a los jóvenes que quieren tener un camino en la música?

Que sigan intentando. A mí varias veces me han cerrado las puertas, me han dicho: “no tu no sirves para la música, dedícate a otra cosa”. Incluso una vez hasta me dijeron que me fuera a barrer mejor que me iba a dar más plata que la música.

Les recomiendo que sigan sus sueños, que no rindan porque uno sabe hasta dónde puede llegar…

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